El 15 de Abril se celebra, desde hace pocos años, el Día Mundial del Arte. Se ha consagrado como una celebración internacional de las artes, de todas ellas. La celebración fue promovida por la Asociación Internacional de Artes Plásticas (AIAP), una organización no gubernamental asociada a la UNESCO.
Esta asociación lucha para que se establezcan políticas a favor de los derechos de los artistas; promueve la instauración de acuerdos internacionales que tiendan a favorecer el trabajo creativo, así como los intercambios de artistas y sus obras entre los países miembros. La elección de la fecha no es casual, fue escogida por coincidir con la efeméride del cumpleaños de uno de los mayores artistas de todos los tiempos. Provengas de la rama artística que provengas, el talento y el legado que nos dejó el grandioso Leonardo Da Vinci es indiscutible.
La pintura, escultura, música, literatura, danza… en cierto modo, todas ellas le deben por lo menos una pequeña parte de su desarrollo y entendimiento como disciplina artística al genio. Leonardo Da Vinci no fue escogido únicamente por sus habilidades artísticas, también por ser un símbolo mundial de paz, libertad de expresión, tolerancia, fraternidad y multiculturalismo.
Leonardo Da Vinci nació el 15 de abril de 1452 en Vinci, Toscana. Artista, pensador e investigador italiano que, por su insaciable curiosidad y su genio polifacético, representa el modelo más acabado del sabio renacentista. Desde pequeño manifestó una gran maestría artística dibujando animales mitológicos de su invención. Cuando Leonardo da Vinci tenía 14 años, su padre le mostró a Andrea del Verrocchio los bocetos que realizaba su hijo y automáticamente, éste lo admitió como aprendiz en su taller.
Interesado por todas las ramas del saber y por todos los aspectos de la vida, los apuntes que dejó Leonardo (escritos de derecha a izquierda y salpicados de dibujos) contienen también incursiones en otros terrenos artísticos, como la música (en la que destacó tocando la lira) o la literatura. Según su criterio no debía existir separación entre el arte y la ciencia, como no la hubo en sus investigaciones, dirigidas de forma preferente hacia temas como la anatomía humana (avanzando en el conocimiento de los músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología (con especial atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología (con certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno en el que se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era sólo un planeta del Sistema Solar), la física o la ingeniería.